El Zóhar, capítulo VaEra, punto 6: …Esto es porque cada grado comprende GAR y ZAT, lo cual es ZA, y hay alcance solamente en el ZA de cada grado, incluso en ZA de GAR, llamado, Daat.
Pero, nadie puede alcanzar en GAR de cada grado, ni siquiera en GAR del grado Asiá.
Todo lo percibimos en Maljut que se denomina “la efigie del Creador”.
Lo que veo ahora no es la imagen verdadera de la realidad sino lo que entra en mis cinco órganos de los sentidos (vista, oído, gusto, olfato, tacto) y se presenta en mi cerebro.
Recibo la impresión de la información a través de mis órganos de los sentidos y, en la parte cervical de mi cerebro, siento la realidad como si existiese delante de mí.
Lo mismo pasa con Maljut. En el Prefacio al Libro del Zóhar, Baal HaSulam explica que, aunque existen nueve primeras Sefirot más Maljut, ésta no sabe que son estas nueve Sefirot.
Maljut alcanza las nueve Sefirot cuando las incluye en sí misma; las siente como algo que aparece delante de ella.
Por eso, en la medida de sus posibilidades de actuar como las nueve primeras Sefirot, desde abajo hasta arriba y, cuando se asemeja a Keter, empujando la Luz Directa hacia atrás, edifica la Luz Reflejada, entonces dentro de ésta, Maljut reconoce que delante de ella hay nueve primeras Sefirot.
El inferior empieza a actuar hacia fuera de si y, entonces, en su Luz Reflejada, ve que ocurre.
En nuestro mundo nosotros hacemos lo mismo. Veo lo que está delante de mí, según mi ego, según lo que está mal o bien para mí.
Y todo lo que no tiene que ver con mi ego, es decir, todo lo que no me trae beneficio o no representa una amenaza para mí, no lo reconozco.
Esto procede de las raíces espirituales. Maljut concibe las nueve primeras Sefirot sólo en la medida en que la Luz Reflejada imprime, dentro de sí misma, a la Luz Directa.
Esta imagen aparece delante de Maljut como algo que existe delante de ella. Aparte de esto, para ella no existe nada; ella no sienta nada más.
Si en Maljut hay un deseo de recibir placer en el grado Shoresh (0), no encontrará nada delante de sí misma a parte del grado Shoresh.
Si dentro de ella existe un mayor deseo de recibir placer, verá delante de sí misma una imagen más profunda de la realidad.
Todo depende del grosor de nuestro deseo (Aviut) y de la Luz reflejada de él.
Por eso, nunca hablamos sobre lo que realmente existe en la realidad, porque todo esto depende de cuanto yo percibo.
(Extracto de la lección nocturna sobre el libro del Zóhar, correspondiente al 28 de abril 2010)
La Voz de la Cabala 